Algo que sucede con los padres actuales es que todo lo que ven en campañas mediàticas lo aplican sin reflexionar ni cuestionar el ¿Por qué? de hacerlo, lo que puede genera mucha confusión en su forma de entender las cosas y considero que en este tema en específico, debemos aclarar un poco.
Si bien el afecto forzado es algo que sucede frecuentemente en algunas familias, debemos dejar en claro que esto debe de aplicar cuando son precisamente las personas mayores las que "No respetan" a los pequeños; es decir, invaden su espacio físico y lastiman sus cuerpos o sus emociones en dichas muestras de supuesto cariño.
Cuando un adulto demuestra su afecto y con esto logra incomodar al menor, es responsabilidad del "Padre o madre", pedir que se frene o que definitivamente no se realice este tipo de conductas, ya que como bien es cierto, el niño se sentirá incomodo y mostrará rechazo.
Besar en lugares incòmodos o de manera inadecuada, abrazar a los pequeños de manera fuerte, acompañar el saludo con apretones en los cachetes, palmadas en la espalda o despeinarlo, pueden ser muestras de afecto de gente que quizá no sabe como demostrarlo, y como vemos, es responsabilidad del padre guiar en ese momento de interacción entre adulto y niño.
Debemos dejar en claro que un saludo debe mantener sus funciones básicas, primero el de fomentar los lazos familiares, y por otra parte el de reafirmar esas conductas sociales que forman parte de la interacciòn y educación, pero que de ninguna manera debe ser un momento de incomodidad para los niños, ya que seràn pautas bàsicas de conducta.
Lo que los padres nunca deben de olvidar es que ellos tienen el control sobre este tipo de actos y nadie màs que ellos tienen la tare de no permitir que denigren o lastimen a sus hijos; sin embargo no todos los padres actùan igual. Tampoco hay que perder de vista que no podemos generalizar todas las situaciones y todas las muestras de cariño seràn negativas o aversivas para los chicos, asì que no debemos enseñar a los pequeños a ser aislados e indiferentes con todo mundo, ya que existen personas que seràn importantes para los pequeños y debemos enseñarlos a demostrar su cariño de formas que el contacto físico no los ponga en peligro.
Naturalmente existen opciones para esas situaciones donde los peques deben interactuar con personas que consideran no gratas, y facilmente se pueden sustituir los besos por saludos con la mano, y así no se sentirán mal ni forzados a tener contacto fìsico cercano con alguien que les resulte desagradable, y se puede seguir cumpliendo el proceso de socialización.
Espero que este tema sea de su agrado y logre poner la vista en una situación tan común y podamos manejarlo como cualquier otra circunstancia que se presenta en la vida. Mientras les dejo este artículo que les brindará una idea más clara sobre este tema y yo los espero en otra entrada más de este espacio, su espacio: "El Rincón de los Padres".
Atentamente
Psic. nicolás Sánchez E.
Afecto forzado: ¿Por qué no debes
obligar a tu hijo a besar a los adultos?
“Saluda a tu tía”, “Dale un
abrazo a la abuela” o “Deja que tu tío te dé un beso”, son proposiciones
comunes en cualquier visita familiar. Sin embargo, suelen generar situaciones
incómodas ya que los niños se niegan a dárselos mientras que los padres los
obligan a brindar cariño. Esto es lo que se conoce como afecto forzado.
Pero, ¿está bien obligar a tu
hijo a establecer un contacto físico o afectivo que no desea? ¿Qué mensaje
recibe el niño sobre los límites personales cuando incurrimos en este acto?
Afecto forzado, ¿sí o no?
Afecto forzado, ¿una
lección equivocada para el niño?
Si bien mucha gente cree que el
afecto forzado solo tiene como desventaja enseñar a los niños a engañar sobre
sus sentimientos, a manipular a los demás o a perder el cariño, están equivocados.
Pues también les enseña que no son dueños de su propio cuerpo y que cualquier
adulto puede forzarlos a hacer algo que no quieran.
En esta misma línea, Katia
Hetter, autora del artículo de la CNN llamado “No soy dueño del cuerpo de mi
hijo”, sostiene que el afecto forzado capaz de obligar al menor a tocar gente
cuando no quieren hacerlo, los torna vulnerables a abusos sexuales.
Si bien esta aseveración puede
parecer exagerada, cuando no ridícula, la psicología infantil alzó la voz en
torno a este tema a fin de aprobarlo. Así, Nichole M. sostuvo que, de esta
manera, se está “violando su zona de comodidad”, por lo que los niños pueden
aprender a aceptar a cualquiera en ese espacio incómodo”.
“Nunca debe ser tocado si eso lo
pone incómodo, aunque sean miembros de la familia. Nunca se debe forzar a besar
a alguien. Los besos y abrazos son suyos y no son obligatorios. Los niños
eligen a quién y cuándo demostrarles su afecto y los adultos debemos
respetarlo, pues es su cuerpo, es su decisión”
-Katia Hetter-
La especialista de la CNN además
afirmó que forzar a los niños a mostrar afecto cuando no quieren hacerlo, tiene
impacto en sus relaciones durante la adolescencia. Esto, porque “si le enseñas
a usar su cuerpo para satisfacer a alguien bajo tu autoridad, lo hará bajo la
autoridad de cualquiera”.
¿Cómo actuar en estos
casos?
¿Qué mejor que convertirse en un
modelo positivo de tu hijo? Que no te dé vergüenza pedir a los adultos que
dejen tranquilo al niño y no lo obliguen, siempre y cuando respetes y priorices
los deseos del niño sobre los de los mayores.
De aquí la importancia de que los
padres puedan imponer y auto-imponerse límites capaces de favorecer las
relaciones pero siempre contemplando tanto las necesidades del chico como su
ritmo de adaptación personal. Bajo ningún punto de vista ofendas ni ridiculices
al menor, ni permitas que un tercero lo haga.
Enseña a tu hijo a respetar su cuerpo
Resulta fundamental enseñar a los
niños a respetar su propio cuerpo, para lo cual es menester que aprendan los
límites relativos a todos aquellos ajenos que invadan su espacio personal.
Por ello es preciso que el
pequeño comprenda que nunca debe permitir ser tocado si eso lo hace sentir
incómodo, pues es él quien debe tomar sus propias decisiones en torno a su
cuerpo y dictaminar quién está autorizado a entrar en su espacio personal.
Para esto es importante hacerle
sentir libertad de elección y explicarle que tiene potestad de elegir si
quieren dar o recibir un beso o un abrazo puesto que no son algo impuesto ni
mucho menos obligatorio. Enseñarles a escuchar sus sentimientos es el puntapié
inicial.
Cerrar la herida del familiar rechazado
Negarse a mostrar cariño no puede
ser equiparado al mal comportamiento ni comporta cierta falta de educación ni
respeto. Katia Hetter indica que los niños pueden ser educados y respetuosos
aún manteniendo límites personales: “Modales –tratar a la gente con respeto y
cariño– es diferente a demandar demostraciones físicas de cariño”.
El primer paso consiste entonces
en explicar nuestra política a todo el entorno, quien debe ser capaz de aceptar
esta postura. Si bien esta decisión implica más trabajo, puede lograr que todos
aprecien verdaderamente el afecto brindado por el menor.
Una excelente alternativa para
saludar a nuestros seres queridos con cuotas menores de intimidad reemplaza
besos y abrazos por un apretón o choque de manos: “¡Dame esos cinco!”. Si tu
hijo es tímido, estas fórmulas son ideales para que pueda tratar a la gente con
respeto y cariño.
Como ves, no es necesario
frustrarse y molestarse con tu hijo porque no quiere saludar a esa persona que
tanto aman. Simplemente puedes hablar con el familiar en cuestión o enseñarle a
tu hijo otras maneras de saludar para manifestar su agrado. No se trata de
imponer, sino de intentarlo juntos.
Y tú, ¿qué postura tienes
respecto a lo que se conoce como afecto forzado? ¿Qué te parece esta visión del
tema? ¿Qué soluciones encontraste a esta incómoda situación cotidiana?
FUENTE: www.eresmama.com
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