Espero que les agrade esta serie de artículos y nos seguimos encontrando en este espacio, su espacio: "El rincón de los padres.."
Divulgan amplio estudio sobre adolescentes brasileños. (21/12/2009)
Un estudio oficial reveló esta semana que los adolescentes brasileños tienen tendencias a la inactividad, alto consumo de alcohol y malos hábitos alimenticios, pero baja drogadicción y prácticas sexuales moderadas.El estudio, elaborado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), tuvo como base el noveno año de enseñanza básica, etapa en la que se encuentra la gran mayoría de los alumnos de entre 13 y 15 años de edad. Actualmente, 618.500 jóvenes brasileños cursan ese año.
De ese universo, 52,5 por ciento son mujeres y 47,5 por ciento hombres. La gran mayoría (80 por ciento) estudian en escuelas públicas, y el resto (20 por ciento) en colegios privados.
Para estudiar a ese grupo, el IBGE entrevistó a casi 61.000 de ellos, en 1.453 colegios de todas las capitales provinciales brasileñas y del Distrito Federal, en las proporciones verificadas para todo el universo.
Los estudiantes fueron previamente entrenados en el uso de los *note book* del instituto, para que la privacidad les permitiese responder con más naturalidad a las preguntas más o menos incómodas, como las relacionadas a sexo o drogas.
Una de las primeras informaciones obtenidas tiene relación con el sedentarismo predominante entre los adolescentes: el 51,9 por ciento de ellos mantiene niveles de actividad física inferiores a los recomendados.
Mientras entre los varones ese porcentaje es del 43,8 por ciento y entre las mujeres el nivel es preocupante, con 68,7 por ciento de ellas con actividad física insuficiente o casi nula.
Otra diferencia probablemente tiene raíces culturales: la tendencia a la inactividad es más acentuada en la región noreste del país con 66 por ciento de los adolescentes, contra el 48 por ciento en el sur del país.
Esa situación está asociada y "probablemente agravada por" el hábito de ver televisión durante más de dos horas diarias, el máximo aceptable según la Organización Mundial de la Salud, algo que es compartido por el 80 por ciento de los adolescentes.
A esas circunstancias se suma el hecho de que los hábitos alimenticios de esos jóvenes en pleno crecimiento no son saludables o recomendables.
Mientras sólo el 31,5 por ciento de ellos come frutas frescas al menos cinco veces por semana, 37,2 por ciento bebe con la misma periodicidad refrescos industrializados y 51 por ciento consume golosinas de diversos tipos.
Entre las mujeres, 58,3 por ciento son consumidoras de golosinas, contra 42,6 por ciento del total de los hombres.
La alimentación es bastante equilibrada entre ambos sexos, y los frijoles y la leche son los elementos más frecuentes de la dieta, consumidos diariamente por el 62,6 de los hombres y el 53,8 por ciento de las mujeres.
En cambio, el consumo frecuente de papas fritas se limita a un reducido grupo del 4,7 por ciento del total.
No puede decirse lo mismo del alcohol: 71,4 por ciento de los jóvenes de ambos sexos ya lo habían consumido alguna vez, mientras el 27,3 por ciento lo había hecho en el último mes.
Ya había bebido alcohol hasta embriagarse 22,1 por ciento del total, 32,6 por ciento dijo obtener bebidas alcohólicas con facilidad en supermercados, bares o en sus propias casas, pese a la prohibición legal de venderlas a menores de 18 años.
Sin embargo, el acceso a las drogas más "pesadas", como la ocaína, marihuana, pasta base, solventes químicos o extasy, fue aceptado por el 8,7 por ciento de los estudiantes.
La vida sexual de los jóvenes no es tan liberada como muchos adultos podrían pensar, influenciados por el cine o la literatura: menos de un tercio (30,5 por ciento) de ellos ya habían tenido experiencias sexuales completas.
Para reforzar los estándares morales más tradicionalistas, eso había ocurrido con el 43,7 por ciento de los muchachos, pero sólo con el 18,7 por ciento de las chicas.
Aunque la gran mayoría de los adolescentes (87,5 por ciento) tuviese información sobre el contagio del Sida u otras enfermedades sexualmente transmisibles y las precauciones necesarias para evitarlo, un cuarto (24,1%) de los que habían tenido relaciones no había usado ningún medio de protección.
Estudios como éste son herramientas de fundamental importancia no sólo para los educadores, que obtienen información segura a partir de la cual orientar su trabajo, sino para los propios padres, dijo a Xinhua la pedagoga Chandra Sampaio.
La elaboración de cuadros diferenciados por estados y regiones permitirá a los padres responsables tener un panorama más claro y definido de mundo en que se mueven sus hijos, para usarlo como referencia, señaló la especialista. (Xinhua)
FUENTE: spanish.peopledaily.com.cn
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