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viernes, 29 de diciembre de 2017

NO AL USO DE LA PIROTECNIA...

Estimados padres de familia, esta ocasión ocupare esta entrada para reflexionar sobre algo muy importante y que muchas veces pasa por desapercibido para muchos padres, sobre todo en esta temporada.

Lo que deseo reflexionar esta ocasión es el uso indiscriminado que se hace de la pirotecnia, y del descuido que se tiene sobre la manipulación de estos artefactos peligrosos. 

Debemos darnos cuenta de que los riesgos que conlleva esta "supuesta" diversión son muchos y el precio que se puede pagar por usarlos sin consciencia es muy alto, al grado de que se pueden sufrir quemaduras o en su caso extremo amputaciones de las extremidades.

Este llamado al "No uso" de la pirotecnia es porque muchas veces son los niños los que resultan afectados, porque muchos padres consideran que la pirotecnia es una especie de juguetes inofensivos.

Debo "Aclarar" que respeto a quien hace uso de la pirotecnia, pero considero que es un deber el poner frente a ustedes todos los riesgos de su uso, haciendo énfasis en la prevención de accidentes con los niños.  

Aún cuando esta practica puede denotar la alegría por la llegada de un año nuevo, mismo que seguramente traerá nuevas oportunidades, creo firmemente en que existen otros rituales menos dañinos para hacer consciencia de este cambio, por esta razón les dejo con esta valiosa información que espero pongan en perspectiva para evitar accidentes en esta temporada.

Espero esta entrada sea de utilidad para ustedes padres y mientras yo los espero en otra entrada mas de este espacio, su espacio: "El Rincón de los Padres".  



            LOS PELIGROS DE LA PIROTECNIA                                    
(Publicado por Sebastián Miguel Mayer)

LOS FESTEJOS Y LA SALUD
Con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo aumenta el consumo de artículos de pirotecnia como parte del festejo. El estruendo de los petardos y el color de los fuegos de artificio forman parte de la tradición de las celebraciones y son miles las personas que los utilizan en pueblos y ciudades.

También son miles los accidentados que acuden a los centros de salud con quemaduras y heridas por efectos del fuego o las detonaciones. Comenzar con un festejo para terminar en la guardia de un hospital es el camino de muchos. "La pirotecnia manejada por inexpertos, y todos lo somos, es un riesgo con consecuencias muy graves. Porque de un momento al otro, se pasa de la salud a la enfermedad", alerta el Dr. Nelso Caffaratti, Subdirector médico del Hospital de Quemados de la ciudad de Buenos Aires.

"En general - amplía - las quemaduras son relativamente leves, pero también, en algunos casos, se producen hechos traumáticos serios como lo es la amputación de dedos de las manos. Hay otros casos más graves donde directamente lo que se pone en riesgo es la vida del paciente, ya sea por la extensión o la profundidad de la lesión".

Según las estadísticas del hospital, el 60% de las lesiones se producen en miembros superiores y manos (6 de cada 10 casos); el 20 % en el abdomen y el tórax; un 10 % en la cara y el 10 % restante en los miembros inferiores. La gravedad varía desde heridas leves hasta los casos más graves donde son necesarias intervenciones quirúrgicas para restituir miembros, funciones u órganos vitales.

"La mejor prevención es no usar pirotecnia", define Caffaratti. Y es que este tipo de accidentes son 100% evitables si los niños y los adultos se abstienen de consumir los productos. Por eso - agrega el subdirector - "la primer medida es no usarla, y la segunda también: no hay otra alternativa. No estamos en contra de los fuegos artificiales cuando los manejan expertos. De hecho, se los utiliza en fiestas con grandes concentraciones de gente y el número de accidentados es cero".

La raíz del problema, entonces, no está en la existencia de los fuegos artificiales o los artefactos de estruendo sino en las manos de quienes prenden sus mechas y, sobre todo, en el desconocimiento del peligro que encierran. Desde el punto de vista de la salud, "no hay buena o mala pirotecnia, ni autorizada ni no autorizada, ni pólvora negra o blanca. Todos los productos son nocivos porque producen daño. El peligro radica en usarlas, esa es la única causa en este rubro de accidentes".


QUEMADURAS Y DEMÁS LESIONES
La gravedad de las lesiones no depende del producto que actúa (la pólvora, el calor o el fuego) sino de la intensidad de la explosión o del tiempo de contacto con el fuego. Es decir, los factores que provocan una lesión en el cuerpo son tanto los aspectos explosivos como térmicos que tenga el artefacto. Por ejemplo, mientras que los petardos poderosos suelen provocar mayor destrucción de algún dedo de la mano, los fuegos artificiales suelen provocar quemaduras en la piel.

En general, "las explosiones producen mayor destrozo de tejidos; las quemaduras, en cambio, lesionan la piel, ya sea de la superficie hasta la profundidad", explica Caffaratti. La quemadura será superficial, intermedia o profunda (grado 1, 2 o 3) según la extensión de la superficie afectada.

La quemadura de piel se trata dependiendo de la magnitud. "Si es leve o superficial o si es profunda pero pequeña, básicamente se cura sola porque el cuerpo reconstruye el tejido. Si son más extensas, necesitaran injertos", explica el especialista.

Hay casos - debido a que es mucho el tejido dañado o en ciertas localizaciones - que requieren la internación del paciente. Los casos mortales se presentan cuando el trauma comprende una superficie importante y es profundo. En relación con la pirotecnia, las muertes ocurren cuando explota un depósito de mercadería. Esos incendios ocasionan heridos sumamente graves y fatales.

Pero no sólo el calor o el fuego lastima. Hay otra serie de traumas producidos por los explosivos. En estos casos, los dedos de las manos y los ojos son los miembros que reciben la mayor cantidad de impactos. También son frecuentes las lesiones en los genitales cuando la persona lleva petardos en el bolsillo del pantalón y debido a la fricción o el calor corporal explotan.

El Hospital de Quemados recibió, en la última década, un promedio de 400 pacientes en el período comprendido desde el 1 de noviembre al 7 de enero. Una cifra que representa el 50 % de las consultas: en el año, atiende unos 800 pacientes en total. Y según sus registros, hay un predominio de adultos y niños del sexo masculino entre los accidentados. El alcohol es otro de los factores que incide ya que la persona pierde reflejos y aumenta los riesgos de accidentarse.

PARA TENER EN CUENTA
Todos los juegos de pirotecnia en manos de inexpertos conllevan riesgos. La chispa de una simple estrellita puede prender fuego la ropa o lastimar un ojo; la manipulación de petardos puede terminar en una amputación.

Por otra parte, el ruido también provoca lesiones. Los petardos alcanzan hasta 190 decibeles (una sirena registra 120) bastante más de los 85 decibeles que el oído puede soportar. La exposición o ruidos tóxicos matan células sensoriales que se encuentran en los oídos y que no se regeneran.

Uno de sus efectos es la percepción de zumbidos luego de la detonación, que va disminuyendo pero no desaparece totalmente. Los niños están más expuestos porque su sistema auditivo es más vulnerable. La mejor forma de proteger los oídos es colocarse tapones, del tipo que se usan para ir a la pileta.

Una vez que ocurre el accidente, hay algunas pautas que conviene tener en cuenta. Con la piel, "lo mejor es lavar la superficie con agua fría porque limpia y calma el dolor. No colocar ningún tipo de pomada o producto convencional ni de ningún tipo (la gente tiene tendencia a poner algo sobre la piel para tratar la quemadura). Luego, envolver con paño limpio la zona y concurrir al Centro de salud más cercano", recomienda Caffaratti.

En caso de herida por explosión o ante el hecho de algún miembro amputado, la única medida práctica y positiva es trasladar al herido a un hospital en el menor tiempo posible.

Fuente: http://canterapopularpringles.blogspot.mx










Imagenes: http://emssolutionsint.blogspot.mx



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