Espero que se encuentren bien en donde quiera que estén (casa, oficina, cibercafé, café internet, etc.). El día de hoy tenemos una colaboración bastante especial por que nos llega desde Colombia, y el tema que nos comparten es bastante interesante.
Hoy participa la Lic. Catalina López Zuluaga, quien es Licenciada en comunicación Social y periodismo por la Universidad pontificia Bolivariana en Medellín, y nos comparte un tema que en muchas ocasiones ha pasado desapercibido, y es momento de voltear la mirada a este tipo de situaciones, que por nuestro desconocimiento pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Espero que les agrade esta entrada, y le enviamos un gran abrazo a Catalina López por esta participación, que estamos seguros es la primera de varias. Mientras yo los espero en otra entrada más de este espacio, su espacio: "El Rincón de los padres".
Atte.
Psic. Nicolás Sánchez E.
EL
DAÑO DE LAS ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS
SER MADRE EN EL SIGLO XXI POR: Catalina López Zuluaga
Lo que hace posible que la mayoría de nuestra tecnología
funcione, son las ondas electromagnéticas, son totalmente imperceptibles pero
cada vez que vemos la televisión, escuchamos la radio o mandamos un mensaje de
texto, estas ondas están ahí. Lo que muchos ignoramos es su efecto negativo en
la salud del ser humano. Ser madre en este nuevo siglo trae muchas inquietudes
con respecto a la tecnología, desde problemas emocionales y psicológicos y
hasta físicos, que debemos enfrentar con inteligencia y establecer límites para
el uso moderado y la protección de
nuestros seres queridos.
Algunos investigadores científicos han intentado hacer
diversos llamados de atención con respecto a las ondas electromagnéticas y sus
posibles enlaces con el cáncer, trastornos del sueño, dolores de cabeza etc.,
pero pocas veces ha generado el interés suficiente para que la comunidad tome
cartas en el asunto. Pero ahora que estás leyendo, como madre necesitas tomar
en cuenta estos factores perjudiciales y poner límites en tu hogar.
Consecuencias
para la salud de las ondas electromagnéticas
¿Te has preguntado
por qué los hospitales exigen apagar los celulares a pacientes y visitantes? ¿O
por qué los carteles en estaciones de servicio prohíben el uso del celular? ¿Y
por qué las aeromozas piden que se apague el móvil en el avión?
Esto se debe a la incidencia de las ondas
electromagnéticas, las mismas pueden causar dolores de cabeza, vómitos,
episodios de migraña, cambios negativos de humor, imposibilidad para dormir,
irritaciones en la piel, sobre todo en personas delicadas de salud o sensibles
al WI-FI. (Generalmente por tener antecedentes de alergia a ciertos químicos o
agentes ambientales.)
Hablando de casos más severos se ha relacionado a las ondas
electromagnéticas como un factor catalizador en la evolución progresiva del
cáncer, una de las peores enfermedades que existen en nuestra época y que
afecta a millones de personas.
No obstante desvincularnos completamente de estas ondas es
virtualmente imposible a menos que vivamos como tarzan, así que ¿cómo podemos
evitar que nuestra familia sufra por culpa de la tecnología?
Estableciendo reglas para la salud de tu
familia
En primer lugar
establecer ciertos horarios para que tus hijos manejen la tecnología, no más de
dos horas seguidas frente al televisor o las consolas de video juegos y siempre
separados a cierta distancia para evitar también problemas de la vista o
ataques epilépticos asociados.
En lo posible deberíamos evitar que los niños pequeños
hagan uso del celular hasta que sean mayores y más responsables. Si tus hijos
ya cuentan con estos dispositivos (Teléfonos inteligentes, tabletas, laptops)
procura que no los lleven pegados todo el tiempo a su cuerpo y que en la noche
todos dejen sus equipos fuera de la habitación.
Por otra parte el microondas no debería estar en nuestras
cocinas, mientras más utilices las hornillas comunes, mucho mejor, pues te
aseguras que los alimentos sean más saludables.
Cuando tus pequeños estén enfermos elimina por completo su
contacto con el teléfono, la computadora y los videojuegos, pues en un sentido
o en otro, el uso de dichos aparatos empeora su salud.
Imagen: Internet
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