Muchas veces al hablar con algunos padres, rapidamente me doy cuenta de que no tienen idea de la relación existente entre un hogar "Feliz" y su efecto en lo que denominamos una vida sana, y esto se complica cuando esos padres no tienen una idea clara de lo que se debe de hacer para lograr esto.
En infinidad de hogares es muy común ver que a los padres se les dificulten las cosas emocionales, y que cosas tan simples se vuelvan muy complicadas que con tal de no enfrentarlas mejor se eviten. Tan solo el decirse una palabra de aliento que nos reconforte el autoestima, es algo que pocas veces hacemos: ¡Oye! Te ves muy bien peinado así, o tan solo con señalar algo como: ¡Espero que tengas un bonito día!
A veces es tan complicado hacer esto que otras cosas que igualmente resultan primordiales, no se logran y esto afecta la forma en la que los hijos, en especial los adolescentes, van resintiendo en su autoestima, ya que al ver en casa unicamente regaños o descalificaciones, gritos y peleas, pues se van sintiendo infelices y con ganas de estar en cualquier otro lado menos en casa.
Algo muy visible en el hogar, es el hecho de intentar ponerse de acuerdo en casa, ya que en muchas ocasiones para que haya un acuerdo, pasamos por toda una serie de enojos, donde a final de cuentas terminamos por ceder, pero toda esa negativa a la hora de apoyar tal o cual decisión, ya trajo consigo una serie de comentarios que muchas veces son hirientes y más que enojo, lo que se va generando es resentimiento, y estos efectos negativos recaen en todos los integrantes de la familia, algunos instantaneamente y otros a largo plazo.
Cuando nos encontramos en la etapa de la infancia, no nos damos cuenta de lo que implíca que en las primeras etapas de nuestra , tengamos momentos en los que nos sintamos bien o feliz, y esta situación que resulta algo al parecer común y sin sentido, pues es básica dentro del desarrollo afectivo, emocional y psicológico que todos debemos tener.
Tratar de que un niño se sienta bien en un ambiente familiar, va a impactar en su desarrollo, por que este entorno le permitirá al menor sentirse querido y podrá desarrollar la confianza necesaria para sentirse bien y libre en su entorno, cosa que le preparara a futuro para ser una persona plena y sin miedo, que no se le dificultará emprender cosas o confiar en las personas.
Cuantas veces hemos visto a gente que con solo el hecho de mirarlas se sienten tan agredidos que responden con agresiones verbales, y no falta el que quiere resolver las cosas con violencia, ¿les suena familiar?. Pues bien, toda esa calma en el hogar le hará sentir tranquilidad a sus miembros, y de esta forma estaremos contribuyendo a que puedan ser estables emocionalmente y puedan a futuro saber con más exactitud lo que es la "Felicidad", no como una sensación de vacaciones en la playa, sino como una forma de disfrutar los momentos y las cosas, de tal manera que estemos al cien por ciento en lo que estamos, y de la misma manera, enfrentar las dificultades de la forma más adecuada, sin tanto drama y regresar lo antes posible a eso que conocemos como equilibrio.
Espero que estas palabras les ayuden a entender un poco la importancia y el impacto de un entorno familiar adecuado, que si bien ningún hogar esta excento de problemas, todos tenemos la oportunidad de mejorar y comenzar a hacer cambios.
Los espero en otra entrada más de este espacio, su espacio: "El Rincón de los padres"
Adolescente feliz, adulto más sano
Ser feliz en la adolescencia está asociado con una mejor
salud durante la vida adulta, según diversos estudios.
Según un reciente estudio, los jóvenes que viven una adolescencia feliz tienen una mayor probabilidad de disfrutar de una mejor
salud psicológica y física cuando sean adultos. Además, los adolescentes felices se implican con menos frecuencia en
conductas peligrosas como el
consumo excesivo de alcohol,
tabaco o drogas ilegales, y comen menos comida basura. En este artículo se explica cómo influye la felicidad de los adolescentes en su salud cuando alcanzan la edad adulta y qué necesitan para ser felices.
Son numerosos los estudios que señalan que ser optimistas y felices es una garantía de salud. El informe ‘La felicidad y la percepción de la salud’, realizado por científicos de la Universidad Complutense de Madrid, indica que las personas optimistas sufren menos problemas físicos y psicológicos. La felicidad ayuda a fortalecer el sistema inmune y, por tanto, protege de enfermedades. Si se está dominado por emociones negativas, aumenta la producción de cortisol (la hormona del estrés), que perjudica al sistema inmune.
Hay que empezar cuanto antes a cultivar el optimismo y la felicidad. Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Noroeste, en Evanston (EE.UU.), y publicado en el ‘Journal of Adolescent Health’, ser feliz en la adolescencia está asociado con una mejor salud durante la vida adulta. Asimismo, los adolescentes felices no cometen tantas conductas de riesgo como quienes se sienten infelices o tienen problemas psicológicos.
Para realizar este análisis, los investigadores entrevistaron a más de 10.000 jóvenes a partir del año 1994. Luego, volvieron a preguntarles en el año 2001, cuando ya eran adultos. Y observaron que quienes habían sido felices de adolescentes gozaban de mejor salud física y psicológica. Los jóvenes felices fuman menos, hacen más deporte, beben menos alcohol y comen menos comida basura, lo que les protege de futuros problemas como ictus o infartos. Pero la felicidad durante la adolescencia también es una buena manera de protegerse contra riesgos psicológicos en la vida adulta. Según datos de Unicef, el 70% de los trastornos mentales comienzan antes de los 24 años de edad.
Pero este no es el único estudio que pone el acento en la adolescencia como una época de vital importancia para el futuro adulto. La Universidad de Cambridge (Reino Unido) publicó en el año 2011 los resultados de una investigación realizada con voluntarios de entre 13 y 15 años de edad. Y se dieron cuenta de que al alcanzar la edad adulta, quienes habían sido más felices durante la adolescencia tenían mejores relaciones personales, más satisfacción en su trabajo, una mejor salud mental y una vida social más rica.
La importancia de cultivar el bienestar
La adolescencia es una época que se caracteriza en muchos casos por la angustia, intensos cambios hormonales y una complicada transición entre la seguridad de la infancia y las responsabilidades de la vida adulta. Pero los investigadores de la Universidad del Noroeste, en Evanston, identifican varios factores psicológicos que facilitan el paso a la adultez y permiten que el adulto futuro afronte la vida con mejor salud. Uno de esos factores es la felicidad, pero también señalan disfrutar de la vida, la confianza, sentirse capaz, el optimismo y la esperanza con respecto al futuro.
El problema radica en que, según citan los expertos en su artículo, “muy pocos estudios de la salud en los adolescentes han examinado las características psicológicas positivas. La mayoría de los estudios tienden a enfocarse en factores negativos. Nosotros estamos a favor de una perspectiva positiva de la salud en la adolescencia y creemos que promover y educar a los adolescentes en el bienestar es una forma de aumentar la probabilidad de gozar de una vida adulta sana durante muchos años”.
¿Qué necesitan los adolescentes para ser felices?
¿Son felices los adolescentes españoles? Es difícil responder a esta pregunta, pero según el Estudio de la Conducta sobre Salud de los Jóvenes en Edad Escolar (HBSC-2010), que realiza la
Organización Mundial de la Salud (OMS), los adolescentes españoles puntúan su satisfacción vital, en una escala del 0 al 10, con una nota media de 7,29. Comparada con los resultados del resto de la Unión Europea, están entre los más felices.
El estudio señala que “no existen diferencias destacables en la satisfacción vital de chicos y chicas. Sin embargo, se observan niveles de satisfacción más bajos en los de mayor edad”. Por otro lado, también se desprende que los adolescentes cuyas familias presentan un nivel adquisitivo más bajo tienen un nivel de satisfacción vital claramente menor.
No hay una fórmula de la felicidad que funcione a todo el mundo. Pero sí que hay una serie de factores que contribuyen a que estos disfruten de una transición a la vida adulta saludable, con calidad de vida y feliz. Los siguientes factores se han extraído del mencionado estudio y del informe ‘Bienestar y felicidad de la juventud española’, realizado por el Instituto de la Juventud (Injuve):
Para los jóvenes españoles, la felicidad se asocia primero a la satisfacción con la situación económica, segundo con las relaciones de pareja, tercero con el trabajo y cuarto, y en menor medida, con el físico.
Las actividades sociales con pareja y amigos y leer son frecuentes, inducen placer y son fuente de felicidad.
Los jóvenes felices tienen personalidades de mayor asertividad e implicación, de mayor control del entorno y le atribuyen más sentido a la vida, son más estables emocionalmente, optimistas y creen que el mundo es justo.
José A. Rodriguez
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