Certificación web sanitaria

martes, 10 de enero de 2012

CUANDO LAS PALABROTAS LLEGAN...

Saludos a todos las personas que nos visitan. En esta ocasión les traigo a los padres de familia, un artículo donde nos brinda una idea de "¿Qué hacer?" cuando los peques empiezan a decir groserías. Para muchos esta situación es bastante divertida e incluso la llegan a estimular, pero que pasa al plano del disgusto cuando esas palabrotas no se dicen a otros, sino a los padres mismos. Pues bien, espero que este artículo sea de mucha ayuda.


QUE HACER CUANDO USAN PALABRAS GROSERAS

Responde con naturalidad.
Primero que nada es preciso señalar que la naturalidad es algo muy necesario para el manejo de esta situación, ya que esto es algo que se presentará en diversas etapas en la vida de los hijos; Sin embargo, la respuesta esta en saber que hacer cuando esto llegue y no nos sorprenda.

Pon cara de póker
Cuando tu hijo diga algo grosero, resiste la tentación de reírte, ya que esto le servirá de refuerzo para seguir haciéndolo. La capacidad de conseguir semejante reacción de un adulto es enormemente satisfactoria cuando se es un niño.

Busca alternativas divertidas
Si tu hijo está probando una palabra nueva, seguramente puedas persuadirlo de sustituirla por otra frase igualmente emocionante que no haya escuchado antes. "Abracadabra" es una buena opción. Si el problema es que le falta vocabulario para expresar su enojo o su frustración, ayúdalo a decir en voz alta “estoy enfadado” o “estoy enojado” cuando corresponda.

Establece límites
Si tu hijo se ha acostumbrado a decir una o dos palabras groseras, tienes que enseñarle que decir esas palabras está mal. La clave es hacerlo con calma, ya que si pierdes la paciencia, le recordarás el poder que tiene de conseguir que le hagas caso enseguida. Si es un insulto que se ha inventado, entonces dile que no existe y que no comprendes lo que dice. Con respecto a los insultos que dicen los adultos, no le expliques lo que significan o por qué no son aceptables. Sólo dile con naturalidad y sin demasiado interés, qué palabras no se deben usar.

Establece consecuencias
Si tu hijo no deja de ser grosero, incluso después de que le hayas avisado una o dos veces, entonces es el momento de introducir medidas disciplinarias. Permanece tranquila, responde rápidamente y sé consistente. Si no funciona darle un tiempo en solitario para que piense, es momento de quitarle privilegios, como la televisión. Llegado este punto, quizá quieras preguntarte por qué tu hijo se resiste tanto a tus reglas. Quizá el uso de groserías es señal de que algo le está preocupando o molestando, por ejemplo.

No reacciones a su lenguaje grosero Si tu hijo usa dice groserías porque quiere algo, asegúrate de no darle lo que pide.

Enséñale a respetar
Las groserías no son aceptables en las guarderías, el parque, en casa de un amigo ni en la mesa con la abuela. Explícale que estas palabras hacen que la gente se sienta incómoda y les hacen daño. También señálale que no importa si otros niños usan ese lenguaje. Tu hijo aún está aprendiendo a tener empatía y no siempre recordará pensar en otros, pero aun así tiene que saber que sus acciones les afectan.

Ten cuidado con lo que dices
Claro que existen diferentes reglas para los adultos y para los niños, pero si tu hijo te escucha decir groserías cada día, será mucho más difícil convencerlo de que no hable así. Si imita algo que tú has dicho, admite que no deberías haberlo dicho tampoco. Y si tienes hijos de más edad, asegúrate de que también les enseñas a hablar bien, porque a los pequeños les gusta imitar a sus hermanos mayores.

Controla lo que ve en la televisión
Los niños de corta edad obtienen mucha de su información de programas de televisión, así que asegúrate de que mira programas que son apropiados para su edad y, cuando te sea posible, mira la televisión con tu hijo


                                          

Fuente: español.babycenter.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario