Esta situación, que muchas veces pasa desapercibida, sin duda alguna representa ese camino que los hijos van a seguir para entender las cosas que pasan a su alrededor. Quizá sea algo insignificante, pero a la larga representa la actitud que los hijos adoptarán frente a los problemas.
Esto obviamente es un tema bastante complicado, ya que la mayoría de los padres sienten que negarse a las cosas es un indícativo de insensibilidad a las necesidades de sus hijos, y prefieren tener, conservar y morirse con su imagen de "Padre bueno", antes que destrozar con su represión la vida de sus hijos.
Para que vayamos entendiendo lo que es la firmeza, que nada tiene que ver con ser un padre represor, les dejo este artículo que nos explicará lo que significa el decirles no a los hijos.
DECIRLE "NO" A LOS HIJOS: COMO SER UN PADRE MAS FIRME
Sara Bean.
Debe ser difícil decirle “no” a sus hijos. ¿Su hijo es manipulador, actúa y negocia hasta conseguir lo que desea? Sara Bean explica cómo cambiar de ser un padre pasivo a uno asertivo recuperando la autoridad y aprendiendo cómo decir “no.”
No es un secreto: los chicos pueden ser increíblemente duros para decir “no,” ya sea que su hijo esté teniendo una rabieta o fingiendo; o su adolescente haya llegado a comportarse de manera agresiva verbalmente (o físicamente). Es posible que su hijo le haga sentir culpable con el fin de salirse con la suya o comportarse muy dulcemente y de manera responsable, solamente para volver a su conducta habitual después de haber logrado ganarse su “premio”.
Recuerde: su trabajo es establecer los límites, no controlar cómo se siente o reacciona su hijo sobre . Esta conducta usualmente comienza cuando los niños están muy tiernos. Tal vez su hija tuvo una rabieta en el supermercado cuando no obtuvo lo que deseaba. Usted trató de ser firme pero finalmente cedió y le compró el caramelo o juguete que estaba reclamando con tal de que se calmara y dejara de avergonzarla en público. Quizás estando en casa un día le dijo a su hijo que apagara la TV. Tal vez, el lloró, le puso su cara triste y dijo, “por favor, mami, solo 10 minutos más?” Los diez minutos se volvieron en 10 minutos más y luego en una hora, hasta que usted se sintió frustrada y molesta por haber sido manipulada en sus propios límites. Por último todos sabemos lo que se debería hacer en estas situaciones, pero admitámoslo, puede ser realmente difícil.
A través del tiempo, los padres pueden estancarse en un patrón de disciplina al darse por vencidos a pesar de querer desear ser firmes en fijar los límites. Pero, nunca es demasiado tarde para comenzar a recobrar su autoridad para ayudar a su hijo a desarrollar las habilidades que él requerirá para enfrentar situaciones difíciles cuando la gente le diga “no” en el mundo adulto.
¿Por qué es tan difícil establecer los límites?
La mayoría de los padres de familia desean que sus hijos sean felices. La mayor parte del tiempo, cuando sus hijos están felices, usted está feliz. Lo contrario también es cierto. Es muy difícil ver a su hijo sufriendo, porque esto tam-bién le hiere a usted. Para muchos padres, es más fácil darse por vencidos que tratar con la reacción negativa de sus hijos o de sus sentimientos de culpa, resentimiento, cólera o frustración. Otros padres de familia se dan por vencidos y hacen las tareas de casa de sus hijos sin hacerles ver que ellos son responsables porque no quieren pelear por esto. Así que básicamente, los padres pueden llegar a estar demasiado enfocados en sus metas de corto plazo: lograr algo de paz y quietud o sentirse mejor emocionalmente. Si este es su caso, es hora de cambiar su enfoque y lograr ver todo el cuadro para establecer límites consistentes, aunque sea muy difícil de hacerlo.
Los padres también luchan al decir “no” porque se afectan por la opinión de otras personas o sienten la presión de sus amigos, familia o sociedad en general. Los padres a menudo sienten que deben hacer esto o deben permitir aquello. Algunos padres dudan acerca de sus decisiones porque los padres de los amigos de sus hijos hacen las cosas de mane-ra diferente, o fueron criticados por alguien en quien confían, tales como sus propios padres o sus mejores amigos. Así pues, ellos se comparan con los demás —o con alguien imaginario—y actúan según lo que los demás puedan pen-sar o temen ser juzgados, en lugar de reaccionar de la manera que piensan sería la más correcta, para su familia y sus hijos.
La verdad es esta: Nadie conoce sus valores ni a sus hijos mejor que usted, así que trate de recordárselo a sí mismo cuando se sienta bajo presión externa. Mantenga su enfo-que en el todo y recuerde: no importa la razón, darse por vencido es un “arreglo ligero” que sin duda le garantizará problemas posteriores. Tal como James Lehman dice, “Siempre hágase la siguiente pregunta, ‘¿Qué es lo mejor que puedo hacer para mis hijos ahora ?’” Algunas veces, la respuesta es fijar límites y consecuencias con el fin de darles una lección importante sobre la buena conducta.
fuente: davycollege.edu.pe
LA VERDAD ES MUY DIFICIL DECIRLE NO A NUESTROS HIJOS PERO ADMITAMOSLO ES NECESARIO SI QUEREMOS QUE ELLOS SEAN FELICES HAGAMOSLO DIGAMOSLES "NO" ASI TAMBIEN NOSOTROS SEREMOS FELICES
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