En muchas entradas de este blog verán el término "Firmeza", sobre todo por que es un ingrediente de lo que llamamos una paternidad responsable. Quizá a algunos padres les queden dudas sobre este concepto, pero para aclararlo más y que sea un argumento sólido para cambiar de actitud ante la gran responsabilidad de ser padres, les traigo este artículo.
En unas cuantas palabras podemos tener una visión concreta de lo que implíca ser firme con los hijos, para que esto nos ayude a tener un mejor control de la educación.
Pues espero que lo disfruten, lo reflexionen y lo compartan....
LA FIRMEZA
Dra. Margarita Mendoza Burgos
Firmeza es la claridad de la actitud comprometida del educador, en este caso los padres de familia., con respecto al conjunto de normas generales establecidas por ellos mismos, que rigen la convivencia y la adecuada relación familiar.
Suele interpretarse por firmeza una actitud de defensa férrea de las normas y principios impuestos, invulnerable a cualquier actitud o iniciativa diferente a las mismas, y sancionadora de la indisciplina hacia ellas. No es del todo erróneo este concepto de firmeza, pero es su forma cerrada y radical donde pierde parte de su verdad, y donde se hace incompatible con la flexibilidad y la tolerancia, cosa que no debería de ser.
Firmeza no es rigidez. El conjunto de normas debe ser como un árbol que se planta; y para que sirva como punto de referencia, es necesario que permanentemente este ahí, firme, en el mismo sitio; y eso no significa que el árbol sea rigido o inamovible. Al contrario, el viento (la actitud de los hijos) puede mover sus ramas, pero el árbol sigue en su lugar. sin embargo, quién plantó el árbol. ocasionalmente, puede transplantarlo a una mejor ubicación si lo considera conveniente, en función de las circunstancias, y en función de si la ubicación que tenía era o no realmente el mejor punto de referencia. y en la nueva ubicación seguirá siendo firme.
Muchos padres establecen unas normas que con frecuencia ellos mismos no cumplen, descuidan también la atención a su cumplimiento por parte de los hijos, y de vez en cuando se dan cuenta de que la relación familiar se degenera y tratan de encauzarla con una actitud radical. No hubo referencia; no hubo firmeza por que el árbolito se plantó en una maceta que todos movieron a su conveniencia. Otras veces los padres, arbitrariamente, con su actitud pareciera que tienen un criterio diferente cada día. Ahí tampoco hay firmeza, no se sabe ni dónde está el árbol. Otras veces los padres plantan el árbol en función de criterios inadecuados, o que ya perdieron vigencia, y lo defienden en su sitio contra viento y marea, recurriendo a sanciones drásticas, aún cuando sea evidente que de ese modo, la relación familiar no funciona. Esa es la firmeza mal entendida.
Fuente: foro.univision.com
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