Este día quiero comentar con ustedes una situación que no se le da mucha importancia, y que es algo a lo que considero, se le debe de dar bastante seriedad.
El tema que ahora quiero poner en la mesa es algo complejo: "La rutina".
La rutina la entendemos como ese diario vivir lleno de caos, donde se le da tiempo a todo, menos a la temática de aprender a ser padres, ni acercarse a los hijos.
Esa rutina de la que hablo, es ese desorden en el que caen los padres" a causa de todas esas situaciones que implíca la vida adulta: Trabajo, cuidados de los hijos, ayuda en las tareas, limpieza, realizar la comida, lavar la ropa, plancharla, etc.
En muchas de las ocasiones estas múltiples tareas, impiden que los padres le den espacio al entendimiento de los hijos, y por consecuencia, el peso correcto al tema de la educación.
Muchas veces observo como los padres piensan que mientras el hijo no genere un conflicto en la escuela o en casa, esta creciendo "Normal"; sin embargo esto no es así, ya que el no tener ninguna queja del niño, no es garantía de que su conducta sea la más adecuada.
Esto es algo que debemos analizar, ya que cuando los padres voltean a ver a sus hijos, pues desafortunadamente es demasiado tarde, ya que cuando lo hacen, los hijos ya estan consumiendo drogas, se escaparon de casa, cometieron algún delito. Y es cuando ahora si hay tiempo, ¿No es así?
Pues en este día comencemos a reflexionar cuanto se involucran con sus hijos, cuantas veces conviven con ellos, cuantas veces se acercan para saber que sienten, y por supuesto cuando investigan que problemas enfrentan. Obviamente esto no es una tarea fácil, pero debemos darnos cuenta de que si le damos más importancias a las rutinas, y no destinamos un espacio para los hijos, estos de alguna manera se involucrarán en cosas negativas, y simplemente ustedes lo descubrirán de la manera mas abrupta.
Así que vayan destinando un espacio de sus vidas para resolver problemas, acercarse a los hijos, escucharlos, pero sobre todo, dense un tiempo real para aprender a ser papás de verdad.
Ese pequeño tiempo que brinden para ser mejores, ayudará en mucho, ustedes lo verán. No necesitan estar atrás de los chavos durante horas, lo que importa es la actitud, y las pequeñas actividades que le generen al niño o adolescente, esa imagen detrás de ellos, que les de confianza, seguridad y fortaleza, así como reglas y límites.
Así que la invitación en este día es a no poner excusas, y a replantear esa convivencia, y ese interés por aprender cosas nuevas, recuerden que los niños necesitan ser guiados, y los adolescentes aunque parezca, no tienen la capacidad para decidir, así que entre más los rechacen los hijos, pues es cuando más los necesitan, y por consiguiente, mientras mas pongan orden, mas éxito tendrán a futuro.
Reflexionen Papás, para que la próxima vez que retomemos este tema de las "Rutinas" no respondan el clásico: "Es que no hay tiempo...."
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