Este es un tema bastante interesante que los padres de familia deben de reflexionar, ya que en la mayoría de las problemáticas, siempre hay un factor que hace que estas se prolongen, y ese factor es: El "No ponerse de acuerdo".
Estar en desacuerdo, es algo que el niño va a ocupar a favor, ya que siempre habrá un lado en el cuál se podrá refugiar, y esto le permitirá estacionarse en sus conductas inadecuadas, ya que cuando se llega a portar mal, el problema pasá a ser de los padres y no de él.
Para reconocer este fenómeno y su impacto, les traigo un artículo que de manera concreta nos trata este tema. Así que espero que les guste...
NO HAY "AUTORIDAD" SI LOS PADRES, NO SE PONEN DE ACUERDO Por María de los Angeles Pérez
Uno de los aspectos más perjudiciales en cuanto a este asunto, es que muchas veces ambos padres, no se ponen de acuerdo en cuanto a las normas, los castigos, los deberes que tienen que cumplir cada padre, las obligaciones y derechos del hijo, etc. Esta situación también sucede, cuando los hijos se están criando con padres y abuelos, y estos no se ponen de acuerdo, en cuanto a cómo se llevará a cabo la crianza de los hijos.
Estar de acuerdo con la adecuada crianza de los hijos, es un punto muy importante, para asegurar una buena estabilidad en el hogar, y sobretodo para garantizar el derecho de los padres sobre los hijos.
Cuando los hijos notan que los padres están en desacuerdo, obviamente, van a querer manipular a los padres a su antojo, y van a buscar siempre de poner a competir a sus padres entre sí, con tal de conseguir a su favor todo lo que se proponga, también es muy obvio, que siempre los niños se van a inclinar por el padre que les permita todo, el que menos reglas y normas le ponga, que le regale más dinero, que le dé más permiso, el que le apoye mas sus errores, etc.
Como padres, debemos ser más inteligentes a la hora de decidir el plan de vida de nuestros hijos, y comprender que el que más le alcahuetea las cosas no es el mejor, sino el que menos sabiduría tiene, a los niños hay que enseñarles a tener reglas, a tener normas, a tener hábitos, a tener ciertas prohibiciones, y a tener muchas responsabilidades, pero también en la misma medida, hay que enseñarles a tener derechos, a tener privilegios, y a tener disfrutes.
El aspecto más importante en esta situación, es que el hogar debe mantenerse organizado de tal manera, que el equilibrio sea el que sostenga las bases más solida de la crianza de sus hijos, no es correcto ser un padre extremadamente riguroso, pero tampoco ser un padre altamente permisivo, ambos caminos crean un desequilibrio e inestabilidad emocional en el hijo, de tal manera que todos los resultados los cosecharemos al pasar del tiempo, cuando nuestros hijos se conviertan en adultos.
Los padres que le han permitido demasiadas cosas al hijo, cuando este crezca y se dará cuenta de las malas consecuencias que traerán a su vida sus malas decisiones y acciones, las cuales nunca se las corrigieron en su niñez, y sentirá reproche hacia su familia, por no haberle enseñado de vez en cuando diciéndole no, a lo que tenían que haberle enseñado que no, y los niños, que son criados con muchas prohibiciones, crecerán reprochándole a los padres, por tantas cosas que no le permitieron hacer, y que le hicieron llegar a convertirse en un resentido social, por todas las cosas que no le permitieron hacer libremente, siendo cosas que cualquiera las puede hacer y no son malas, pero que los padres, en su necesidad de ser tan estrictos, nunca pudieron permitirles lograrlas.
El equilibrio en todo esto radica en que, los padres deben aprender a encontrar un equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, y sobretodo si hay más de un adulto que esté responsable del cuidado del hijos, ambos estén perfectamente claros acerca de esta realidad, y que sus diferencias personales, no interfieran con esta responsabilidad tan vital que es ponerse de acuerdo en cuanto a la crianza de los hijos.
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FUENTE: mailxmail.com
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