Hay una pregunta que quizá muchos padres jamás se hacen: ¿Por qué educar duele?
Para muchos padres es muy difícil aprender a responder esta cuestión, dado que la mayoría educa con demasiado amor, dejando la razón de lado. Lo que ocasiona que cuando el niño muestra su sufrimiento, más allá de reflexionar para que se esta reprimiendo cierta conduca, lo primero que resalta es el dolor que se le provoca al niño y los efectos que pueda tener dicha acción.
Pues bien, para tener una idea más clara de lo que sucede, les traigo este artículo que nos ofrece un interesante punto de vista sobre este fenómeno.
Espero que les ayude y como siempre les digo, analicen, reflexionen y compartan...
EDUCAR A LOS HIJOS DUELE.
Como padres no hay nada más difícil que establecer reglas, estructuras y metas para nuestros niños y niñas en especial cuando son pequeños.
Para muchos padres es muy difícil aprender a responder esta cuestión, dado que la mayoría educa con demasiado amor, dejando la razón de lado. Lo que ocasiona que cuando el niño muestra su sufrimiento, más allá de reflexionar para que se esta reprimiendo cierta conduca, lo primero que resalta es el dolor que se le provoca al niño y los efectos que pueda tener dicha acción.
Pues bien, para tener una idea más clara de lo que sucede, les traigo este artículo que nos ofrece un interesante punto de vista sobre este fenómeno.
Espero que les ayude y como siempre les digo, analicen, reflexionen y compartan...
EDUCAR A LOS HIJOS DUELE.
Como padres no hay nada más difícil que establecer reglas, estructuras y metas para nuestros niños y niñas en especial cuando son pequeños.
Pero educarlos ¿Nos duele?, por supuesto no deseamos que nuestros retoños tengan que sufrir al llamarles la atención, ponerles reglas.
Recordemos que son como una pequeña palmerita o un arbolito, lo siembro con mucho amor pero si veo que se va torciendo hacia un lado, utilizo formas para enderezarlo y que siga por el camino correcto de crecimiento para que sea firme, robusto y que ningún viento lo pueda derribar. Pasa lo mismo con nuestros niños y niñas los años más importantes donde formamos toda esa estructura va desde los 0 meses hasta los 5 años, algunos especialistas hablan hasta los 6 años inclusive y si precisamente en este momento no le doy los instrumentos necesarios para una buena educación, no hay vuelta atrás cuando sobrepase esta edad, así como lo forme siendo complaciente, no poniendo límites implicara a futuro obstáculos difíciles que tenga que sobrepasar para toda su vida y en especial al ingreso a la escuela afectándole de una u otra manera con la incorporación al grupo, a métodos y reglas establecidas dentro de la institución.
Entonces ¿qué nos pasa en esta etapa? Algunos padres se vuelven muy permisivos en estas edades, porque se cree que todavía son muy pequeños y no es necesario establecer reglas, porque no deseamos que sufran o lloren (antes de que adquieran del lenguaje cualquier desconformidad la expresan con llanto) pero ahí esta la fortaleza que debemos de adquirir, no dejarnos llevar por nuestros sentimientos de ternura sino que establecer límites acorde a su desarrollo evolutivo e integral, dependiendo de su edad. Es interesante que lean a Jean Piaget con tu teoría cognitiva y las etapas de crecimiento. Ayer hablamos de una correcta SINTONIZACIÓN, pues es nuestro deber como padres el conocer la evolución en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional de los niños, para entender su comportamiento y su forma de reaccionar, el por qué inician en una etapa sensoriomotor hasta llegar a la etapa preoperacional.
Educar es un proceso continuo, desgasta mucho porque es de todos los días, no tiene un momento de descanso, educamos siempre para el resto de nuestras vidas, no crean que porque el niño no exprese por medio del lenguaje no sabe que esta pasando, son muy capaces e inteligentes, nos miden y saben hasta donde pueden llegar con una u otra persona, llegan a manipularlos en algunas ocasiones, son suspicaces y cuando ustedes como padres tienen acuerdos de como educar, que permitir y que no permitir y pasen los años verán los frutos en el futuro, es la mayor recompensa que recibiremos como padres, ver que formamos seres responsables, seguros de sí mismos, respetuosos y que pueden enfrentarse a un mundo que cada día los exigirá más de nosotros mismos.
Fuente: sosteachercr.com
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